lunes, 9 de mayo de 2011

Tiempo



Todo se mueve, todo avanza... Las cosas que puedo ver y las cosas que no.

Las cosas que disfrutaba hacer simplemente se verían patéticas; los colores van perdiendo gracia, y las amistades desinteresadas ahora resultan ser un recuerdo lejano y distante.

Un día resulta ser un mundo de diferencia entre mi yo de ayer y mi yo actual. Todo se vuelve demasiado frio.

Voy olvidando mis propios rasgos y antes de darme cuenta ya formo parte de esa masa gris de personas que caminan resignados hacia una rutina impuesta.

Las cosas que se van perdiendo son imposibles de recuperar, ninguna de ella es fisca. Aunque En su lugar, son remplazadas por una gélida sensación de vacío...

Todos cambian y parecen aceptarlo con una madurez que me resulta un tanto envidiable, el no poder actuar a la altura me hace sentir realmente molesta conmigo misma; si... Creo que no existe otra cosa que me haga sentir tan enojada.