miércoles, 13 de julio de 2011

Alguna vez te has planteado lo insignificante que es tu vida?

Yo lo he hecho, y es algo que nunca olvidare.
Fue cuando era muy pequeña, fui con mi familia a ver un partido de béisbol al estadio; No es que me interesara mucho el béisbol, pero una vez que llegamos me sorprendí mucho. Miraras por donde miraras estaba lleno de gente. Había tanta gente que se asemejaban a granos de arroz.
Se me paso por la cabeza que todo el país estaba en ese estadio, Asique le pregunte a mi padre cuanta gente había en ese campo y me dijo que si estaba lleno habrían unas cincuenta mil personas.

Cuando el partido termino, el camino a la estación estaba abarrotado de gente. El ver tanta gente me hizo sentir muy pequeña... tanta gente a mi alrededor y yo solo era una más.

Una vez que llegue a casa, agarre una calculadora y trate de comprobarlo con una simple operación.
En el colegio nos habían dicho que la población actual de Japón era de cien millones y algo...
Dividí eso por cincuenta mil, y me di cuenta de que toda esa gente era solo unas dos milésimas partes... Y me sentí más pequeña aun.
No solo era una minúscula parte en el mar de gente que había en ese estadio, si no que ese mar de gente era solo una gota en el océano.

Yo pensaba por aquel entonces... que era una persona especial.
Adoraba estar con mi familia, y pensaba que en mi clase estaba la gente más interesante del mundo... Pero me di cuenta de que no era así.
Las cosas que habían pasado en lo que yo pensaba que era la mejor clase del mundo, seguramente ocurrían en cualquier otro colegio... cualquier persona las vería como algo normal. 

Cuando acepte eso, las cosas a mi alrededor empezaron a perder su color... las cosas que me parecían únicas pasaron a ser completamente aburridas.

Y pensé que si había tanta gente en el mundo, de seguro alguien ahí afuera está viviendo una vida interesante y fuera de lo normal. Estaba segura de eso.
Entonces me pregunte... ¿Por qué no era yo esa persona? Eso es todo lo que había en mi cabeza.

Entonces pensé: “No va a pasar nada divertido si te quedas esperando a que pase”... asique en la secundaria decidí cambiar de actitud; estaba decidida a mostrarle al mundo que no estaba dispuesta a esperar que las cosas simplemente vinieran a mí... pero al final, sin darme cuenta, ya estoy en el último año del instituto, y sigue sin pasar nada.

Suzumiya Haruhi