domingo, 26 de junio de 2011

Welcome home


Jamás me sentí completamente cómoda en algún lugar. En 18 años de vida, jamás sentí esa felicidad de pensar “Pertenezco acá, acá estoy bien” o “Esto es lo mío, se que soy buena en esto”.

Y acá viene la parte patética: Siempre que leo un libro o miro una serie, me viene una sensación de calidez que me llena, algo que me hace pensar “Estoy en casa”... 
Una sensación capaz de bachear por completo ese vacío que siento cuando siento que estoy fuera de lugar. 

Se que es difícil entender esto, pero comprendan, de la misma forma en la que es dificil entenderlo, no me es nada fácil explicarlo.

Donde sea que este, con quien sea, no puedo estar por mucho tiempo sin que se me venga a la cabeza un grito desesperado de “quiero irme, necesito estar sola”.

Como puede ser que me sienta cómoda cuando me integro a un mundo con personajes e historias ficticias que cuando estoy con personas?.

Llega un momento en que todo lo que tengo en la cabeza es “Quiero volver a casa”... y "casa" es una realidad alterna que ni siquiera existe ...

Ni bien me tengo que alejar de un libro o una serie, en vez de volver a la realidad, inmediatamente creo otro mundo que se superpone a este. Siempre consiente de que es falso, pero me ayuda muchísimo a conllevar el aburrimiento que me produce el dia a dia.
"La realidad supera la ficción...". Si, entiendo eso, y justamente porque la supera es por lo que necesito escapar de ella.

"¿Cuál es el único ser que genera una necesidad de evadirse de la realidad inventando mentiras? aquel al que la realidad le produce sufrimiento." - Friedrich Nietzsche